Seguidores

lunes, 23 de julio de 2012

Nunca fuimos nada, pero siempre hubo algo

¿Y qué pasa cuando decides olvidarlo? ¿Cuándo decides no seguir luchando por algo que te está matando? Algunas personas dicen que rendirse es de débiles... yo creo que en realidad, rendirse cuando algo no merece tu dolor, cuando quieres algo pero te das cuenta de que nunca lo podrás tener, por mucho que luches día a día... eso, es de valientes. Y es que yo ya me he cansado de sentir las mentiras volando a mi alrededor, el frío de la noche cuando tú no estás, el silencio que dejas cuando te enfadas y decides irte, y las lágrimas que provocas cuando todo falla una vez más... Aunque haya decidido irme, y esta vez sea de verdad, no puedo evitar quedarme siempre con las mismas puñeteras preguntas rondando por mi mente: ¿por qué yo? ¿Por qué a mí? Yo te quise... nunca te hice daño. ¿Por qué todo no puede ser tan fácil como al principio? ¿Por qué, por qué, por qué...? Lo único que me queda son las ganas de ser feliz aunque cada día tenga el corazón un poquito más roto. Nunca fuimos nada, pero siempre hubo algo. Siempre estuviste lejos, pero nunca pensé que ese fuera motivo suficiente para que te olvidaras de mí. Al fin y al cabo, yo nunca te olvidé... nunca pensé que ese fuese motivo para dejar de creer, sin embargo, hoy ya no creo en nada

martes, 3 de julio de 2012

PorQue


Porque no siempre cuando estoy feliz, río. Ni cuando estoy triste, lloro. Porque puedo llorar de la risa, y reír de dolor. No soy de las que ven las cosas blanco o negro, si no que me fijo en la inmensa escala de grises que hay por medio. Porque no me considero diferente, ni igual a los demás. Porque siento las cosas a mi manera. Porque cada sentimiento significa mucho más que "algo" para mí. Porque me gusta pensar que existe alguien que piensa en mí en este preciso momento. Porque no soy de las que se entretienen mucho con el papel de regalo, si no que se desespera por ver lo que hay dentro. Porque soy de las que pasan de los manuales de instrucciones. Porque me equivoco tantas veces como decisiones tomo. Porque cuando quiero, quiero, y cuando no quiero, no quiero. Porque me gusta imaginar que lo que busco no existe, pero si esa persona que lo invente por y para mí. Porque mi mayor ambición es un corazón, hiperactivo. Porque no me conformo con un yo, ni un él, sino con un nosotros.