¿Y
qué pasa cuando decides olvidarlo? ¿Cuándo
decides no seguir luchando por algo que te está matando? Algunas personas dicen que rendirse es de
débiles... yo creo que en realidad, rendirse
cuando algo no merece tu dolor, cuando
quieres algo pero te das cuenta de que nunca lo podrás tener, por mucho que
luches día a día... eso, es de valientes. Y
es que yo ya me he cansado de sentir las mentiras volando a mi alrededor,
el frío de la noche cuando tú no
estás, el silencio que dejas cuando te
enfadas y decides irte, y las lágrimas que
provocas cuando todo falla una vez más... Aunque haya decidido irme, y esta vez sea de verdad, no
puedo evitar quedarme siempre con las mismas puñeteras preguntas rondando por mi
mente: ¿por qué yo? ¿Por qué a mí? Yo te
quise... nunca te hice daño. ¿Por qué todo
no puede ser tan fácil como al principio?
¿Por qué, por qué, por qué...? Lo único que
me queda son las ganas de ser feliz aunque cada día tenga el corazón un poquito
más roto. Nunca fuimos nada, pero siempre
hubo algo. Siempre estuviste lejos, pero
nunca pensé que ese fuera motivo suficiente para que te olvidaras de mí.
Al fin y al cabo, yo nunca te olvidé... nunca pensé que ese fuese motivo para dejar de creer, sin
embargo, hoy ya no creo en nada
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